martes, 29 de noviembre de 2016

Mí pequeño mundo.

La timidez la definen cómo algo negativo que hay que corregir, existen infinidad de manuales para vencerla. Quizás un día, algún "erudito" dirá que es contraproducente, al igual que con las personas zurdas, intentar cambiar comportamientos. La timidez suele ir unida a la ingenuidad, la primera sirve de coraza a la segunda. 
Recuerdo que sobre los once años es cuando fui consciente de mi timidez, coincidiendo con mi salida al mundo hacía horizontes más lejanos, fuera del entorno familiar y del barrio. Consciente de ello, puse remedio... Error... (La vida nos da muchas oportunidades de mantener la boca cerrada). Me volví una persona demasiado transparente para un mundo en el que... digamos que no encajaba,... porque la ingenuidad no la superé, ni creo que la haya superado. Con el paso de los años y estos últimos sobre todo, mi mundo está menguando mucho, prefiero moverme en espacios pequeños y hacer lo que realmente me gusta, aunque sé que para algunas personas resulte "rara".
Ya no me da miedo decepcionar al resto del mundo... No quiero decepcionarme a mi misma.





lunes, 21 de noviembre de 2016

martes, 15 de noviembre de 2016

Aprendiendo a volar

La Luna no estará tan cerca de la Tierra hasta dentro de unos 75 años,... eso dicen.
Hace ya algunos años por cuenta propia intentaba acercarme a ella ¿como?, pues aprendiendo a volar. 
Pasé buena parte de mí infancia con las piernas llenas de moratones, trepaba a todo lo que tenía altura suficiente como para permitirme coger impulso para saltar y agitaba muy rápido los brazos a la vez que me lanzaba al vacío. 
En mis intentos por volar, rompí algunas sillas, una vez por poco descalabro al gato Félix, que pasaba por allí en el mismo instante que yo aterrizaba en el suelo de pizarra del patio de mi abuela. 
En otra ocasión, se me escapó mi compañero de vuelo, un grillo, que tenía en una caja de zapatos debajo de la silla, al hundirse esta, se rompió la caja y el pobre animal aprovechó para huir. 
Me busqué otro compañero de viaje, mi pato Saturnino, le prometí que viviría conmigo en la luna. Me lo llevaba a la azotea, le abría las alas al mismo tiempo que saltábamos los dos de lo alto de la chimenea de la cocina. Puse tanto empeño que mi padre, alertado por tanto ruido, me prohibió subir a ella. Con los años, fui desistiendo de esta actividad, aunque tengo que reconocer, que algo de ello ha quedado en mi subconsciente, y a menudo, sueño que vuelo.
Ahora, mis deseos, son más terrenales, me gustaría ver la aurora boreal, desde el suelo, se entiende, y rodeada de nieve... mucha nieve....



"Silver moonlight"
John Atkinson Grimshaw 1880

martes, 8 de noviembre de 2016

Maniquí.

Esta cabeza de maniquí realizada con papel maché, escayola, arcilla y pintura acrílica, es para que mi hija peine sus pelucas manga.